martes, 6 de marzo de 2018

Pregoné lo importante de entender al amor como una decisión, y no note que estaba decidiendo amarte, pese a todo lo que impedía esta relación, había decidido aceptarte, escucharte, mirarte sin juzgarte ni esperar nada a cambio nunca, y cada vez con más motivación, me hacía feliz haberte escogido a ti y no pretendía cambiarte ni reemplazarte, estaba cómoda a tu lado, así fueran solo unas pocas veces, unas pocas horas, escasos días, no importaba, importaba que venias, que iba, íbamos, veníamos, y así fueron pasando los tiempos, me hacías feliz, me reías, reía, me bailabas, bailaba, nos hemos embriagado, paseado, reído, peleado, hemos sido más de lo que pensé que estábamos siendo, me lo viví todo sin fijarme que me iba sumergiendo hasta las orejas, me estabas absorbiendo, no sé bien si tu si eras consiente de lo que me pasaba, pero verte jugar me daban ganas de seguir. 5 años de resistencia, amor, sexo, discusión, risas, bailes, bates, vodka, ron, terrazas, Bongs, miedos, celos que he podido sentir, me queda agradecer lo que me dejaste vivir aun sin quererme en tu vida. Quiero explicar en esta última parte que esta todo escrito en pasado, ya que la despedida es inminente, al notar la forma en la que iba derritiéndome a sus pies le forcé a abandonarme, a cambiarme, a hacerme sacarle de mis adentros, así que le espante, todo salió súper mal, justo como queríamos, he decidido creer que me amaba como me hizo creer, entonces me sentí culpable por romperle la confianza que creí, me había dado, sin embargo no moví un dedo, solo esperé, espere y el tiempo se acabó, le había perdido y no había vuelta atrás, es aquí en donde estoy, sin poder ni querer girar más, sin ti esperando que sea para siempre, sabiendo que te necesitare pese a huirte como suelo hacer.